miércoles, 18 de noviembre de 2015

PERMÍTEME, CARLOS


Permíteme que llore tu partida mi querido maestro, amigo, hermano...
Permíteme expresar cuánto me duele...
Que aunque sé que sigues camino y que, aún así, no te vas del todo, que no has muerto, porque eso es imposible, que sigues con nosotros de otro modo, que tu huella indeleble de amor puro será eterna en nuestros corazones...

Sabiendo todo eso y mucho más, mañana, sí mañana; aceptando, te diré con amor, serenamente: -- Hasta luego, mi hermano. Vete en paz.

Pero hoy déjame que llore abiertamente.
Déjame sacar fuera el dolor asombrado que me produce tu decisión insólita.
Permíteme que exprese lo que siento porque se me ha quedado el alma desgarrada.

Mañana te prometo estar de otra manera...
18/11/15