miércoles, 6 de febrero de 2013

CUERO O MÁRMOL


Aportado por: Caty
Consentido y muy arrogante, el joven hijo de un acaudalado empresario se
mostraba sumamente preocupado. Su padre lo invita a conversar en privado,
para ayudarlo a resolver sus problemas.

En esa conversación, franca y honesta, indagó y supo así que había aspectos
de la vida de su hijo que no marchaban bien: se sentía insatisfecho con sus
relaciones amorosas, con tener todo el dinero del mundo y no ser feliz, y
con no encontrarle sentido a la vida.

- Padre, no sé qué hacer. Le doy vueltas a los problemas y no puedo
resolverlos. Sé que tengo la dureza y el temple que heredé de ti, pero aún
así, no consigo fortalecerme.

Y el padre le dijo:

- Querido hijo: la dureza no lo es todo. Imagina una gran placa de mármol,
majestuosa, brillante… pero si la golpeas con una maza, se rompe en mil
pedazos. Lo que importa en la vida, es ser fuerte. En cambio, el cuero es
blando, y por más que lo golpees con fuerza, no se romperá. Entonces,
prueba ser como el cuero: flexible y elástico ante los problemas, y verás
cómo, de a poco, todo se solucionará.

El hijo, emocionado, le agradeció con un fuerte abrazo. El padre le dijo,
susurrándole al oído:

- Y recuerda: confía en el proceso de la vida.

Historia perteneciente al libro "El Silencio del Hombre - Historias de Luz y
Sabiduría"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Manda tu comentario.